viernes, 7 de febrero de 2014

capitulo 3: Viaje a Egipto

Eran las 3.30 de la madrugada, todos en la casa estaban despiertos terminando de guardar los regalos de última hora. Cogieron botellas de agua para el viaje y comenzaron a meter las maletas en el coche. cuando terminaron esta tarea se dirigieron a casa de José.
Cuando llegaron a su casa, él, se estaba despidiendo de su madre, llevaba puestos unos pantalones marrones que le llegaban hasta la rodilla, una camiseta verde ajustada al torso, unas sandalias y una gorra donde se podía leer:"Manchester". Estaba segura que sobre su cabello reposaban sus inseparables gafas de sol, las que llevaba a todas partes.
Amún, el padre de Yadira,lo ayudó a colocar sus maletas en la parte trasera del coche y luego lo ayudó a colocarse en un asiento cerca de la ventana.
Cuando por fin llegaron al aeropuerto, eran las 5.00 de la mañana, facturaron sus maletas y esperaron la salida del avión, momento que aconteció dos horas y cuarenta y cinco minutos más tarde. Cuando entraron al avión vieron que ocupaban una fila entera por lo que el hermano mayor de Yadira, José y ella se sentaron a un lado. Fue un viaje relativamente cómodo ya que una azafata los acompañó durante todo el viaje, porque el hermano pequeño de Yadira no era capaz de conciliar el sueño.
Cuando llegaron a El Cairo, la abuela los estaba esperando a la salida del avión.
-¡Abuela!- gritó Yadira-Que guapa estas mi niña, y que grande eres, pronto alcanzarás a tu primo- la saludó su abuela dándolo un fuerte abrazo.
-¿Quién es este jovencito?- preguntó muy interesada porque nadie se lo había presentado.
-Mamá,este es José, un amigo de Yadira- le contestó su hijo abrazándola con precaución. Su madre tenía la friolera de 90 años ya.
-Encantada de conocerte José, siempre me gusta cuando Yadira me presenta amigos suyos- miró con discreción a su nieto. Mas tarde tendrían que hablar de ello.
-Yo también estoy encantado de conocerla, señora, tulipán me ha hablado mucho de usted- se dirigió a ella con muchísimo respeto porque sabía lo importante que era su abuela para Yadira.
-Abuela, vámonos a casa que tengo mucho que contarte- había creado una situación tensa sin quererlo- José me llama tulipán, dice que le recuerdo aun hermoso tulipán rojo, a mi me gustan mucho las flores así que le dejé que me llamase así.- contestó sin querer a la pregunta que su abuela se estaba haciendo en ese justo momento.
-Cómo sabías.., déjalo, vayámonos, Ahmad te echa mucho de menos, lleva días hablando de ti.
-¿Quién es Ahmad?- estaba intranquilo porque Yadira nunca le había hablado de ese chico.
-Es mi primo mayor, tendrá unos veinte años, llevo sin verle desde que tenía siete años- contestó Yadira- le quiero mucho.
-Me gustaría conocerle, si es tan importante para ti sería importante que lo conociese.-Dijo José de forma más calmada.
Se montaron en en todoterreno de la abuela y se dirigieron a la finca.
-Qué bien está todo, hace mucho que no veía los animales tan grandes,¿cuánto queda para recoger la cosecha?- preguntó Yadira. A ella siempre le había gustado la vida del campo, en las lejanas tardes de su infancia acompañaba a su abuelo en sus largos paseos por la finca.
-Tu abuelo se encargaba del campo, ahora lo lleva Ahmad, puedes preguntarle cuando llegues.
-Esto es el paraíso- dijo José- por aquí se pueden dar largos paseos, ¿me acompañarás en mis paseos matutinos Yadira?
- Ja, ja, ja claro guapo- contestó Yadira, la idea era realmente buena.
- ja, ja, mi tulipán siempre me haces reír- rió nostálgicamente.
-Me gusta verte reír primita.- dijo Ahmad cuando llegaron a su lado riendo- que grande estas- le abrazó en cuanto ella se tiró a sus brazos.
- Cuanto te he echado de menos- dijo Yadira llorando entre sus brazos. cuanto has crecido- dijeron ambos simultáneamente acto seguido estaban riendo juntos entre lágrimas.

Mientras tanto en España...
Tic, tic, tic... un mensaje suena en el móvil de Wisal. "Nunca había visto una tigresa más guapa" Álex.
- Este tío no se cansa, me habría mandado veinte mensajes hoy- dijo cansinamente Wisal.
-Pero si está muy bien- espetó Lourdes.
- Ya, pero, podría saber lo que quiere, antes de la fiesta solo era mi amigo, lo que no sé es de que iba vestido él porque no lo reconocí.
- Pero si ahora intenta algo contigo, deberías aprovecharlo.
- Bueno tengo que pensarlo- concretó la joven.
- Bien señoritas, ¿cómo les va el día?- preguntó Miguel, un compañero de clase- gracias por preguntar.- Lourdes parecía tonta con el movimiento airado del cabello- de nada guapa, no es molestia.
Se iba ya, cuando llamó a Lourdes con la mano. Le pidió el teléfono para poder llamarla.
Volvió junto a Wisal y le dijo que tenía una cita.
-Bien he decidido que le voy a dar una oportunidad a Álex.
Tic, tic, tic un nuevo mensaje
- Quedemos. Álex
-Lugar y hora. Wisal
-Hoy, el parque, a las siete. Álex
-Allí estaré. Wisal
-Besos. Álex
-Besos. Wisal
-Bien ya he quedado con él, ahora queda lo más dificil, que me pongo.
-Tranquila, ven a mi casa esta tarde, yo pongo la ropa, tú los complementos- adjudicó Lourdes.
En casa de Lourdes, Wisal está histérica.
-¡Es el décimo vestido que me pruebo, no me queda ninguno bien!- gritaba ella casi llorando.
-Wisal, tranquilízate, este es el definitivo, póntelo con este bolso- señalo un bolso azul marino- y con estos zapatos- señaló unas botas a juego con el bolso.
Tras unos minutos, Wisal dijo:
-AGH, es este, gracias guapísima, me has salvado la vida, bueno me voy- que lo pases bien con Álex, luego me lo cuentas todo.
transcurrida media hora Wisal llegó al parque, donde, para su sorpresa, Álex, ya la esperaba.
-¿Llevas mucho tiempo esperando?- preguntó Wisal angustiada.
-No te preocupes, acabo de llegar. Te vi venir hacia acá y quise darte una sorpresa llegando primero, ya que normalmente somos los tíos los que llegamos tarde, y quería cambiar esa situación
-Menudo alivio.- declaró la chica
-Bien, demos un paseo,¿te parece?
Pasearon toda la tarde, hablando de todo un poco y de nada en concreto a la vez. Se estaban conociendo y abriendo sus corazones a aquel que estaba al otro lado escuchando.
Estaban dando pasos agigantados hacia una profunda y bonita amistad. se separaron con un abrazo y la promesa de que seguirían quedando para charlar.
En otro lugar de la ciudad Lourdes sellaba con un beso un amor infinito hacia Miguel. Su cita había tomado una dirección muy bonita en la que ambos estaban descubriendo los desvaríos y estupideces del primer amor.

BUENO ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO ESTE CAPITULO, INTENTARE ESCRIBIR TODOS LOS VIERNES PARA NO ATOSIGAROS DURANTE LA SEMANA. Y AUNQUE SE QUE NO SOIS MUCHOS LOS QUE LEÉIS ESTO QUE SEPÁIS QUE PARA MI SOIS LOS MAS IMPORTANTES.

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