sábado, 13 de septiembre de 2014

Capitulo 7: Las Cosas Van Cambiando

¡BAILEE!- esa palabra se oía por todos los pasillos del instituto, algunos se volvían eufóricos ante tamaño acontecimiento y las chicas se volvían locas buscando vestidos y eligiendo pareja. Este baile era especial ya que era la chica quién elegía su pareja y por eso los chicos se deshacían en halagos con las chicas mas populares. Eso desquiciaba a Yadira, no entendía por qué los chicos querían a las populares chicas huecas pertenecientes al equipo de fútbol y que no se preocupaban de nada salvo de sus uñas. También le provocaba sentimientos encontrados porque su mejor amiga era parte de ese equipo pero nunca le había molestado que ella se llevase todo el protagonismo. Lourdes estaba saliendo con un misterioso chico que iba siempre disfrazado de príncipe azul y llevaba antifaz en todas sus citas. Yadira no entendía como ella era capaz de soportar besar a alguien de quien no conocía su rostro, lo que no sospechaba es que el apuesto joven que se escondía tras esa mascara no era otro que su cariñoso novio. Ni siquiera Lourdes sabía quien era porque él nunca le había dado su verdadera identidad.
- Hola mi dulce princesa cuya sonrisa eclipsa el sol y cuyos cabellos nublan mi entendimiento- la saludó Álex tras la máscara, él había conocido a Lourdes en un lugar de chats pero no sabía nada sobre que era amiga de Yadira, aunque a ella la quería mucho, había llegado a sentir verdadero amor por Lourdes y como ella le instaba a que se conocieran inventó ese ingeniosos método, para que ninguna de las dos chicas resultase lastimada se decía a si mismo para auto convencerse pero realmente no se atrevía a decirle a Yadira que había estado chateando con su mejor amiga mientras salía con ella. Le había dicho a Lourdes que se conocerían con la condición de que solo supiese su nombre del chat y ella a regaña dientes, aceptó la propuesta.
- Hola dueñodetusonrisa, me alegro de volver a verte, hace mucho que no quedábamos y estaba impaciente por volver a oír tu risa y saborear tu dulce voz.
- Es cierto, hace largo tiempo que no nos vemos por eso hoy intentaré compensar esa falta invitándola a un paseo en barca por la playa de nuestra hermosa ciudad.
- En serio, me agradaría mucho pasar una tarde junto a ti en la playa.
- Por eso lo hago mi dulce princesa, he de demostrarte el profundo amor que te profeso ya que tu me concedes ese pequeño juego de no saber mi verdadera identidad, pero te aseguro que tu espera será recompensada, pronto conocerás mi nombre.
- De acuerdo, pero primero, ese paseo en barca.
Pasearon por la orilla y luego disfrutaron del paseo en barca pero lo que nunca sospecharían es que no muy lejos de allí un joven surfista vigilaba todos sus pasos. José no se fiaba de aquel extraño que parecía tener cautivada a su amiga, temía que ese chico acabase haciéndole daño ya que Lourdes era muy enamoradiza y sobre todo había algo raro en la forma de actuar de ese muchacho que le resultaba extrañamente familiar. Así que después de que lo presentara al grupo y la forma rara en que actuó, decidió seguirlos para llegar hasta el final de la verdad.
En otra parte del pueblo, el hermano gemelo de Álex, Mickel, acompañaba a Yadira a la biblioteca, eran muy buenos amigos y la chica también se llevaba genial con la primita pequeña de su pareja. Poca gente sabía de la existencia de aquel hermano ya que a diferencia de Álex, Mickel estudiaba en el extranjero, acababa de llegar de París ya que tenía dos semanas de vacaciones por no se qué fiesta francesa en honor de la Virgen de Lourdes. Yadira estaba muy preocupada, su mejor amigo estaba mucho tiempo ausente y parecía evitarla constantemente cuando estaban en la misma habitación cosa que le preocupaba en demasía a Yadira y por otro lado, su novio llevaba comportandose de una forma muy extraña durante las últimas tres semanas, se ausentaba durante periodos de tiempo larguísimos que luego no justificaba y desaparecía tras recibir curiosas llamadas telefónicas, de ahí que Yadira pasase tanto tiempo con su hermano gemelo, pensaba que él podría darle una explicación razonable sobre el comportamiento de su novio pero hasta el momento ni el propio Mickel era capaz de explicar ese comportamiento tan anormal en su hermano.
Un día, cuando Álex y Lourdes paseaban bajo el sol casi veraniego, ocurrió un pequeño accidente que destrozó por completo los planes de Álex de terminar aquella falsa ya que estando en un puesto de refrescos junto a Lourdes, apareció de la nada un surfista que sin darse cuenta lo golpeó con su tabla y lo hizo caer al suelo despojándolo de su máscara y cuando el otro chico se volvió para pedir disculpas se encontró el rostro asustado de Álex observándolo con detenimiento. Aquel chico no era otro que nuestro querido Jose que había ido a buscar algunas olas para poder relajarse de su día fatigante y he aquí que se encuentra con qué al chico que estaba intentando descubrir desde hace tiempo no es mas que su amigo Álex. Lourdes no sabía como reaccionar ya que jamás hubiese pensado que tras aquel dulce carisma se escondiera el novio de su mejor amiga, en cuanto lo piensa se siente horrorizada por lo que ha hecho aún siendo de forma involuntaria y Jose se lanza sobre el chico y lo deja tumbado en el suelo.
- Explícame esto ahora mismo- le grita con unas ganas locas de arrearle un puñetazo.
- Jose, por favor, no es lo que crees, te lo juro.- dice Álex, jamás habría pensado que esto pudiese ocurrir y ahora mismo está aterrado.
-¿Qué no es lo que creo! No me hagas reír Álex, dime que coño haces besándote con Lourdes mientras sales con Yadira- Jose no sabe como reaccionar, pensar que le dejó la chica de sus sueños a un chico que ha estado jugando a dos banda durante el último mes le desquicia y a la vez le entristece al pensar en la traición que ha sufrido Yadira, su dulce y preciosa egipcia a la que él a querido desde que llegó a España y que ese capullo le iba a romper el corazón.
- Por favor Jose, déjalo. Y tu como narices no me dijistes nunca quien eras, pensabas que cuando me enterase no le daría importancia como si esto fuese una caries que me acaban de quitar, has hecho que traicione a mi mejor amiga, ¿por qué lo has hecho Álex?- Lourdes no podía dejar de llorar, había hecho algo terrible y jamás se lo perdonaría.
- No llores, por favor te lo suplico, verte llorar es como una tortura eterna para mi- le dijo Álex con voz agónica a Lourdes cosa que sorprendió mucho a Jose ya que pensaba que había jugado con los sentimientos de las dos chicas pero al parecer por las palabras cargadas de sufrimiento de Álex se podría decir que sus sentimientos hacia Lourdes eran ciertos.
Jose se levantó de encima de Álex y fue a abrazar a su amiga que estaba arrodillada llorando desconsoladamente y se agarró de él buscando consuelo.
- Ya está, tranquila pequeña no pasa nada, tu no lo sabías, Yadira jamás te reprochará nada, sabes que ella es buena y te quiere- Jose la tranquilizó y luego le habló a Álex,- mas te vale decirle todo esto a Yadira porque si no yo mismo me encargaré de que ninguna de las dos vuelva a perdonarte jamás.
-Solo esperaba el momento oportuno para decírselo a ellas, ahora mismo iré a hablar con Yadira pero por favor Lourdes, perdóname, porque sin ti no soy nada, eso lo he descubierto durante estas tres semanas.
Se marchó por el mismo sitio por el que habían caminado minutos antes, Jose acompañó  a Lourdes a su casa y la tranquilizó para que al día siguiente fuese a hablar con su amiga.

martes, 2 de septiembre de 2014

Capitulo 6: En Verdad, una Buena Noticia

Yadira estaba viendo la tele cuando el sonido del teléfono la sobresaltó. Su padre lo cogió y rápidamente fue a la puerta de la calle, la chica ya estaba muy intrigada y cuando por la puerta apareció su primo Ahmad corrió hacia él gritando de alegría. 

- ¿Pero que haces aquí!- dijo ella entusiasmada- pasaba por aquí y me ha dado por pasarme jajaja.

- Espera que voy a llamar a mis amigos, ¿seguro que te acuerdas de Jose verdad? 

- Claro que si primita. 

Yadira salió de su casa en busca de las chicas, Álex y de Jose. Álex se encontraba en la sala multimedia de la plaza del pueblo y la saludó con un cariñoso arrumaco. 

- Ven a mi casa que quiero presentaros a mi primo Ahmad de Egipto que ha venido a hacernos una visitilla. 

Mientras buscaban a los demás encontraron a Jose en las afueras dando una vuelta como siempre hacía. Llegaron a casa de Lourdes y encontraron a las dos chicas viendo una película de miedo acurrucadas en un sillón de la habitación de Lourdes. 

- Venga chicas, dejad las pelis que quiero presentaros a un primo que ha venido a vernos. 

- Jo, amiga que la peli está en la mejor parte- pues le dais al pause. 

Refunfuñando, las dos chicas salieron de su caverna con cara de pocos amigos, pero la ilusión de conocer a alguien de la familia de Yadira las calmó un poco. 

Jose no hacía mas que fijarse en la proximidad de su mejor amiga hacia Álex, aún le dolía pero se pedía a si mismo que lo soportara porque sabía que ese día llegaría. 

Llegaron a casa de Yadira y Ahmad saludó a todos con gran efusividad, sobre todo a Jose a quién ya conocí por su visita a Egipto. Ambos observaban a Yadira con cierto recelo, sobre todo su primo que cuando ella le dijo que tenía novio siempre había pensado que sería Jose y no aquel chaval del que jamás había oído hablar. 

- Primo, te presento a Álex, mi... novio. 

Hubo un momento de tensión pero al segundo siguiente, Ahmad sonrió y le estrechó cálidamente la mano a Álex prometiéndose que hablaría con su amigo pronto. 

- Bueeno chicos, que os parece si le enseñamos el pueblo a mi primo.

- Venga vale os acompañaré. 

Las chicas iban por delante seguidas de Yadira y Álex, cerrando el grupo, iban tranquilamente charlando Jose y Ahmad. Encontraron a muchos compañeros del instituto por el pueblo y Yadira se los fue presentando todos así que Ahmad pensó que debería llevar una libreta para recordar tantos nombres. 

Por la tarde, Álex y Yadira, se fueron a la casa de él a ver una peli romántica, las chicas continuaron con la peli que habían dejado a medias y Jose y Ahmad quedaron en dar uno de sus acostumbrados paseos por la playa. Hablaron de muchas cosas, de como había ido el curso, de la siembra de los bancales en el Nilo y sobre todo sobre Yadira. 

En Egipto siempre había sido un gran tema de conversación cuando estaban solos y Ahmad no comprendía como un chico que tanto quería a su prima, ella todavía no lo supiese. le contó como pasó todo, que él no quería romper la felicidad de su prima y cosas así. 

Esa noche pidieron unas pizzas y después de cenar, Yadira se marchó a casa de Maika. Cuando llegó, ya estaban todas allí aunque aún faltaban los chicos por llegar. Mientras los esperaban hicieron el acostumbrado ranking de chicos, los puestos anteriores los ocupaban Álex, Jose y Josh, un alumno de intercambio que había llegado hace un par de meses. 

- Bien, votos a favor de Álex, tres, está bien.- dijo Mayte 

- Votos a favor de Jose, que quisiera añadir a tonificado su cuerpo gratamente para el equipo de fútbol femenino del instituto, seis, guao, la mayor puntuación que ha recibido nadie hasta el momento, veamos Josh- dijo la propia Maika

- Votos a favor de Josh, tres, bueno pues entonces ya tenemos ganador- dijo Lourdes triunfal. 

- Jose sube al primer puesto y Josh y Álex tendran que sufrir castigo para ver quien se queda con el segundo puesto- a Álex no le va a hacer gracia eso de pelear por un segundo puesto jajaja. 

Se hicieron una limpieza de cutis y repartieron las habitaciones antes de que llegaran los chicos. cuando llegaron, sometieron a pruebas a Álex y a Josh que no estaban muy contentos de que Jose hubiese ganado el ranking. Mas tarde vieron una película todos juntos, Jose no paraba de mirar hacia atrás. Estaba pensando que no había sido una buena idea eso de traerse a Álex con ellos pero Maika había sido clara, tenían que ir los tres, no podía para de observar como Yadira caía rendida bajo los versos de Romeo susurrados a su oido por Álex. tenía que ser él, quien le recitase esos versos, el que la besase, el que la tuviese acurrucada contra su pecho. 

Él se fue a dormir antes que nadie, Yadira sabía que algo le pasaba a su amigo pero no lograba comprender su melancolía, aunque sin duda acabaría descubriéndolo.